Las Hermanas de la Presentación de María de Fuente Obejuna junto a sus asociadas volvieron a celebrar un año más un solemne triduo en la capilla pequeña de la residencia en honor a la beata María Rivier, fundadora de esta congregación.
Estas religiosas llegaron procedentes de Francia a la vecina localidad de Peñarroya-Pueblonuevo hace ahora más de un siglo, donde se asentaron con el cometido de educar a los hijos de los ingenieros franceses que se establecieron en la localidad tras el descubrimiento de las minas de carbón a finales del siglo XIX.
En 1906 llegan a Fuente Obejuna, donde se dedican en un principio a la educación de los jóvenes y posteriormente a la asistencia y cuidado de los mayores en su residencia de ancianos, siguiendo los pasos de la fundadora de la orden, María Rivier, quien naciera un 19 de Diciembre de 1768 en la localidad francesa de Montpezat. A finales del mes de Abril de 1770, Marinette con tan sólo 16 meses cae de la cama de sus padres y queda lisiada. Su madre, una mujer con una fe profunda, lleva a su hija todos los días ante la imagen de Ntra. Sra. de la Piedad, y la niña, que ve rezar a su madre, adquiere rápidamente una indestructible certeza de que la Virgen la sanará.
El 8 de Septiembre de 1774, María Rivier empieza a andar de repente, marcándole profundamente estos cuatro intensos años de oración.
Con 18 años, María Rivier se consagra a la evangelización y al cuidado de los pobres. Abre una escuela en pleno periodo del terror cuando los sacerdotes y todos los actos religiosos eran perseguidos. La religiosas, de manera precavida, organiza las asambleas y las oraciones de los domingos en secreto.
En el año 1794 marcha a Thueyts junto a otras cuatro jóvenes guiadas por el Evangelio y por su amor a la Virgen y a Jesucristo.
María Rivier funda su convento en una época en que todos están cerrando, lo abre un 21 de Noviembre de 1796, día de la Presentación de María en el Templo. María y sus cuatro compañeras se consagran a Dios y la nueva comunidad vive en la completa indigencia, algo que no frenaría el aumento de número de hermanas en esta congregación cuyas prioridades fundamentales eran el cuidado de los más pobres y la educación cristiana de jóvenes y adultos. María Rivier muere un 3 de Febrero de 1838 en Thueyts y justo 144 años después, en 1982, es beatificada por el Papa Juan Pablo II.
Actualmente la Congregación de Hermanas de la Presentación de María cuenta con 144 casas repartidas por países de los cinco continentes al servicio de los más desvalidos.
Las Asociadas a la Congregación de María de Fuente Obejuna no se olvidan de celebrar cada 3 de Febrero esta emotiva ceremonia en honor a su fundadora, renovando su compromiso con María Rivier en torno a la mesa de altar, besando posteriormente sus reliquias.
Al término de la eucaristía oficiada por D. Juan Laguna Navarro, todos los asistentes a la ceremonia religiosa degustaron un chocolate con dulces caseros, momento que aprovecharon las asociadas para hacer entrega a la Superiora Sor Josefa y al resto de religiosas de algunos regalos por este día tan especial para ellas.
Francisco Javier Cabezas
Estas religiosas llegaron procedentes de Francia a la vecina localidad de Peñarroya-Pueblonuevo hace ahora más de un siglo, donde se asentaron con el cometido de educar a los hijos de los ingenieros franceses que se establecieron en la localidad tras el descubrimiento de las minas de carbón a finales del siglo XIX.
En 1906 llegan a Fuente Obejuna, donde se dedican en un principio a la educación de los jóvenes y posteriormente a la asistencia y cuidado de los mayores en su residencia de ancianos, siguiendo los pasos de la fundadora de la orden, María Rivier, quien naciera un 19 de Diciembre de 1768 en la localidad francesa de Montpezat. A finales del mes de Abril de 1770, Marinette con tan sólo 16 meses cae de la cama de sus padres y queda lisiada. Su madre, una mujer con una fe profunda, lleva a su hija todos los días ante la imagen de Ntra. Sra. de la Piedad, y la niña, que ve rezar a su madre, adquiere rápidamente una indestructible certeza de que la Virgen la sanará.
El 8 de Septiembre de 1774, María Rivier empieza a andar de repente, marcándole profundamente estos cuatro intensos años de oración.
Con 18 años, María Rivier se consagra a la evangelización y al cuidado de los pobres. Abre una escuela en pleno periodo del terror cuando los sacerdotes y todos los actos religiosos eran perseguidos. La religiosas, de manera precavida, organiza las asambleas y las oraciones de los domingos en secreto.
En el año 1794 marcha a Thueyts junto a otras cuatro jóvenes guiadas por el Evangelio y por su amor a la Virgen y a Jesucristo.
María Rivier funda su convento en una época en que todos están cerrando, lo abre un 21 de Noviembre de 1796, día de la Presentación de María en el Templo. María y sus cuatro compañeras se consagran a Dios y la nueva comunidad vive en la completa indigencia, algo que no frenaría el aumento de número de hermanas en esta congregación cuyas prioridades fundamentales eran el cuidado de los más pobres y la educación cristiana de jóvenes y adultos. María Rivier muere un 3 de Febrero de 1838 en Thueyts y justo 144 años después, en 1982, es beatificada por el Papa Juan Pablo II.
Actualmente la Congregación de Hermanas de la Presentación de María cuenta con 144 casas repartidas por países de los cinco continentes al servicio de los más desvalidos.
Las Asociadas a la Congregación de María de Fuente Obejuna no se olvidan de celebrar cada 3 de Febrero esta emotiva ceremonia en honor a su fundadora, renovando su compromiso con María Rivier en torno a la mesa de altar, besando posteriormente sus reliquias.
Al término de la eucaristía oficiada por D. Juan Laguna Navarro, todos los asistentes a la ceremonia religiosa degustaron un chocolate con dulces caseros, momento que aprovecharon las asociadas para hacer entrega a la Superiora Sor Josefa y al resto de religiosas de algunos regalos por este día tan especial para ellas.
Francisco Javier Cabezas
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