Los alumnos del C.E.I.P “San Sebastián” celebran la fiesta del Patrón de Fuente Obejuna que da nombre a su colegio

El C.E.I.P. “San Sebastián” comenzaba los actos en honor al Patrón de Fuente Obejuna y que da nombre al centro, con una chocolatada con churros que hacía entrar en calor a los alumnos y profesores del centro durante la  fría mañana del pasado viernes 17 de Enero.

A continuación se dirigieron a la vecina ermita de San Sebastián donde el Padre Florencio dio unas pinceladas históricas de este Mártir de la Iglesia Católica. 

San Sebastián, hijo de familia militar y noble, oriundo de Narbona aunque educado en Milán, llegó a convertirse en capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. 

Fue denunciada su fe católica al emperador Maximiano quien le obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo. El Santo escogió la milicia de Cristo manteniendo firme su fe, por lo que fue condenado a morir asaeteado. 

El Santo sobrevivió al martirio y fue acogido por Irene, una noble cristiana romana, en su casa hasta que curó de sus heridas.

Aconsejado  por sus amigos a que abandonara Roma, San Sebastián se negó rotundamente y se presentó valientemente ante el Emperador, quien desconcertado al verlo con vida, mandó que lo azotaran hasta darle muerte.

Los cristianos recogieron su cuerpo de un lodazal al que fue arrojado y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

Fuente Obejuna se encomendó al Santo entre los años 1648 y 1651 con rogativas y plegarias ante la virulenta epidemia de peste que azotaba a todo el Reino de España, quedando libre esta población de tan horrible plaga. El 31 de Diciembre de 1651, la villa lo nombraba su Patrón conmovida ante este hecho milagroso que libró a sus habitantes de la peste.

Tras las peticiones y ofrendas al Santo por parte de los alumnos del centro y una vez finalizado el himno a San Sebastián interpretado por un grupo de escolares con sus flautas, el Padre Florencio finalizaba este sencillo y emotivo acto con la bendición de las naranjas que posteriormente fueron repartidas a todos los alumnos a la salida del colegio.

Francisco Javier Cabezas