Belén Viviente de Navalcuervo‏

El pasado sábado 25 de Diciembre, día de Navidad, tuvo lugar la sexta edición del Belén Viviente que los vecinos de Navalcuervo representan cada año por estas fechas. Este año como novedad se han incorporado un grupo de pescadores, un ciego pidiendo limosnas y una encajera de bolillos. En el Nacimiento estaban representados casi todos los oficios artesanos, desde los zapateros, carpinteros, herreros, panaderos con su horno, matanceras elaborando morcillas, hasta las castañeras y vendedoras de gachas, siendo lo más normal del mundo que en esta noche pudieras cruzarte por Navalcuervo con un soldado romano o un grupo de pastoras.

Fueron cuatro los pases que tuvieron lugar, agrupando en alguno de ellos a varios grupos con la intención de acortar la espera debido a la inoportuna lluvia que cayó sobre Belén, combatiendo el frío en una carpa instalada por el Ayuntamiento que climatizaban dos cañones de calor y en la que se podía degustar un chocolate con pestiños, roscos fritos y demás dulces caseros, elaborados por las vecinas de la aldea con todo su cariño, ingrediente fundamental que hace que estos dulces sepan a gloria, productos que tenían además a la venta y que se agotaron rápidamente. Los visitantes, cada vez más numerosos y de más variadas poblaciones cercanas, tanto de la provincia cordobesa como de la vecina pacense, pudieron disfrutar de un recorrido que comenzaba con la Anunciación a los Pastores, continuando por los distintos tronos de los Reyes Magos, el encuentro de éstos a caballo, la visita al Palacio del Rey Herodes, la Posada, la Adoración de los Magos en el Pesebre, los artesanos, las lavanderas, no faltando tampoco los borricos y el rebaño de ovejas guiadas por los pastores, primeros en visitar al Niño Dios tras su Nacimiento. Todo el recorrido estaba alumbrado por antorchas y lumbres que le daban un ambiente aún más encantador a tan bello acontecimiento.

Todo es posible gracias al empeño y cariño que ponen cada Navidad la Asociación de Vecinos "Virgen de la Piedad" y la Juvenil, que se hacen llamar "Los de la Perrilla". La edad de los participantes variaba, participando en tan magno evento desde niños y jóvenes hasta personas de más avanzada edad, todos ellos recreando un verdadero Belén digno de admiración. Al término de los distintos pases comenzaba una verbena como colofón a esta noche mágica que transforma este pequeño pueblo en un gran belén.

Francisco Javier Cabezas