lunes, 28 de septiembre de 2015

Triduo en honor a Ntra. Sra. de la Soledad y triduo en memoria de los siete beatos mártires franciscanos de Fuente Obejuna

El  DÍA 22 DE SEPTIEMBRE ÚLTIMO DÍA DE TRIDUO SE DIERON A BESAR LAS RELIQUIAS DE LOS SIETE MÁRTIRES FRANCISCANOS BEATIFICADOS  Y SE PUDO VISITAR LA CRIPTA DONDE REPOSAN SUS RESTOS.

Durante los días 13, 14 y 15 de septiembre se ha venido celebrando un triduo en honor a Ntra. Sra. de la Soledad con motivo de las celebraciones del día de la Exaltación de la Santa Cruz el día 14 y el de la Virgen de los Dolores el 15.
El vicario parroquial Rafael Prados ha sido el orador sagrado de estos cultos.
El último día de triduo estuvieron presentes en la celebración religiosa los hermanos mayores y miembros de las Juntas de Gobierno de las hermandades de Pasión y Gloria de Fuente Obejuna.
Al término de la Eucaristía del día 15 de septiembre se procedió a la lectura de una oración a la Virgen por parte de una niña y a la ofrenda de un ramo de flores a Ntra. Sra. de la Soledad, seguidas del tradicional besamanos.
Por otra parte, durante los días 20, 21 y  22 de septiembre se ha celebrado un triduo en memoria de los siete mártires franciscanos que “dieron su vida perdonando” antes de renunciar a su fe un 22 de septiembre de 1936.
Estos siete mártires de la Orden Franciscana fueron beatificados el 27 de octubre de 2007 por el Papa Benedicto XVI en una Basílica de San Pedro repleta de fieles junto a 491 mártires más asesinados durante la guerra civil.
Desde su beatificación se vienen celebrando estos triduos en la Iglesia de San Francisco en memoria de nuestros beatos mártires.
Matías Fantini, Florencio Muñoz y Rafael Prados han oficiado estos cultos.
El último día de triduo estuvieron presentes nuevamente todas las hermandades de Pasión y Gloria mellarienses, oficiando la Eucaristía Rafael Prados.

Tras la misma se procedió a besar las reliquias de los mártires y todo el que quiso tuvo la oportunidad de bajar a la cripta donde reposan sus restos ofreciendo una oración por el descanso de sus almas.

Francisco Javier Cabezas

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